El ser humano pasa gran parte de su vida pidiendo, de niño pide comida, abrigo y entretenimiento, luego en la adolescencia pide libertad y privacidad, de adulto es estabilidad y de viejo tranquilidad, por mencionar las más importantes.
Si esto no pasara no habría evolución, la gente no cambiaría y preferiría quedarse como está y mantener su status quo hasta el final de la vida. Solo se reduciría a quedarse estancado y esperar a que pasara el tiempo. Eso si sería triste. La ambición es algo natural y hasta necesario, en ese aspecto.
Pero está la duda... ¿cuándo disfrutamos y agradecemos?
Si pasamos toda la vida pidiendo cosas solo para la ssatisfacción de obtenerlas... ¿cuándo las disfrutamos? Siempre está la opción de decir, ahora no tengo tiempo, pero lo tengo, puede esperar... ¿y si ese tiempo no llega? ¿y si se destruye o se pierde por no ponerle atención o uno no alcanza a vivir lo suficiente? Y luego se me ocurrió, si dedicáramos tanto tiempo a agradecer como le dedicamos a pedir, seríamos mucho más felices todos.
No digo que esta sea la clave de la felicidad, porque no creo que exista. (No, no es el dinero, llorar en un Ferrari no tiene ni un brillo, de hecho es el doble de triste).
Sabiendo eso, espero no olvidarlo, y espero que ustedes tampoco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario