Las Visitas

Estaba acordándome de cosas sin sentido, que por si no lo habían notado es una de mis actividades favoritas, y me acordé del comercial de pollo o algo así donde el niño con miopía invitaba a una manga de niños semi-futbolistas que conoció ese mismo día a almorzar y la mamá lejos de sorprenderse los acoge como si fuera lo más normal del mundo y les da un pollo del porte de un avestruz, mandándolos para la casa con su propio peso ingerido en pollo y un nuevo amigo al cual visitar. Pero me pregunto si hay gente así de verdad, gente desprendida y altruista que se sacrifique un poco por la felicidad de los demás.

Debe ser algo poco común, en mi casa cuando se caía una tijera al suelo, era obligación pisarla, y tres veces, por las dudas, antes de recogerla, con la advertencia de "no vayan a venir visitas". También esa cosa para limpiarse los pies que en la tele decía "Bienvenidos" en mi casa no decía nada y estaba dentro de la casa, eso me parecía extraño. La escoba pasaba detrás de la puerta, pero de una puerta que no se viera desde el living, creo que eso reducía sus poderes, porque a veces habían varias escobas escondidas de la vista en los rincones que dejaban las puertas abiertas.

Bueno, creo que mi casa no era muy hospitalaria, o algo lúgubre como película de Tim Burton, eso debe haber sido, y la gente en su interior no quería que las visitas se incomodaran en una casa ajena y extraña, por eso no las llamaban, no invitaban gente a comer, y casi no hablaban con nadie del exterior.

La gente que vive conmigo no es tan egoísta después de todo

Las cosas no andan bien en la Capital

Es chistoso ver como en el Transantiago la gente pasa y si se le prende la luz roja, ni se arruga y pasa igual, en un tiempo acumulado de viaje de 2 horas que llevo debió haber pasado como 8 veces, y solo a una persona que se le prendió la luz roja fue capaz de sacar otra tarjeta bip! y conseguir la luz verde que dice que está todo dentro de lo legal. Un tipo, luego de que la máquina lo rechazara, le preguntó al conductor "¿puedo pasar?" y recibió una respuesta de tipo "dale no más". Es como un crimen sin víctima. No me gusta.

Ahora siento que estoy escribiendo sin bases, como que estoy construyendo el puente a medida que lo cruzo. Pocas veces había pasado esto. Creo que una larga jornada en las colinas elevando volantín será lo que necesito para volver a encontrar la concentración

Sorpresa

Se que no he escrito acá en mucho tiempo, pero es un hiato no programado. Pronto espero volver a escribir con la regularidad de antes. No pensé que mi vida académica sumada a mis fines de convertirme en maestro pokémon mermaran tanto mis capacidades bloguisticas. Eso es, no me han secuestrado ni me fui a vivir a Ecuador con otro nombre fingiendo mi muerte con un funeral trucho.

Para rellenar los dejo con este video, que se trata de lo que pasa cuando la abuela confunde la yumbina con panadol. Espero que no les pase