Esos mensajitos que a uno le mandan por I-meil (y que en el último tiempo se han expandido a FaceBook) que te llenan la bandeja y te ilusionan con que al fin llegaron las notas de la prueba o alguien se acordó de ti y te mandó una tarjeta de Gusanito.com para luego destruir esas esperanzas y convertirlas en amargas cenizas de tus sueños rotos no son una total bosta. Hace tiempo conocí las cadenas, y muchas veces no me importó tener que vivir con la calvicie o con mala suerte para cocinar tacos por tres mil años, pero en algunos casos si se cumplen ciertas condiciones especiales pueden desencadenar una gran serie de eventos desafortu... digo, eventos poco beneficiosos, para no romper derechos de autor. Piensenlo bien antes de romper una cadena.
Por mi parte, prefiero arriesgarme a que venga el espíritu de Tepelmeme a llevarse mi alma a las 3:25 AM, y luego a las 4:56 que venga la niña con cabeza de pulpo tuerto a llevarse mi cerebro.
Espero conservar mis ojos para ver lo que pasa después...
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